Avatares de la evaluación educativa:
Pruebas estandarizadas a debate.
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na de los rasgos distintivos de la política
educativa de estos últimos años ha sido la presencia de la naciente cultura de
la evaluación en prácticas y procesos de
las instituciones educativas, muy acentuado en
los aprendizajes de los alumnos, los aprendizajes logrados por
profesores en el examen de nuevo ingreso a la docencia y por alumnos normalistas
en el 75 % de tránsito en su carrera, además de maestros en servicio que son
evaluados en los de carrera magisterial, próximamente en la Evaluación
Universal.
Desde siempre ha quedado muy claro en el trabajo docente la necesidad de la evaluación de los
aprendizajes de los alumnos y de los procesos educativos emprendidos, evaluación para valorar los logros y
dificultades educativas y para tomar decisiones para la mejora; solo que
hoy hemos pasado de una evaluación voluntaria y de la práctica docente propia a
una evaluación instituida y realizada por agentes externos.
Los maestros, las autoridades educativas, los
medios de comunicación, la sociedad en general debemos tener muy claro ¿Para qué se hacen esas evaluaciones? –Muchas
de ellas ubicadas solo en el terreno de la medición- Esta precisión es obligada
ya que a partir de las mediciones
aplicadas a maestros y alumnos se han derivado una serie de descalificaciones, “desconsuelos, defensa, optimismo y festejos” Se “exige
un uso cuidadoso de los datos individualizados para evitar que se den
interpretaciones inadecuadas e inferencias erróneas con relación a la
evaluación de las escuelas y del sistema educativo”
Así hoy se difunde por diversos medios la catástrofe
de la formación docente en México: “Maestros : 70 % reprobados”,
“Siete de cada
10 maestros que ya daban clases en el sistema de educación básica han reprobado
el examen para obtener una plaza definitiva”;
en el caso de los alumnos de educación básica se cita que “La calidad de la educación que se ofrece en
México en primaria y secundaria es equivalente a una calificación de 6.5 en
promedio” (IMCO) por citar algunos de los muchos juicios evaluativos
existentes.
Dentro de los optimismos y festejos observamos que recientemente
se han hecho llegar estímulos económicos a cientos de maestros que obtuvieron
las mejores puntaciones en la prueba enlace, de igual forma se han hecho
reconocimientos a alumnos que obtuvieron las mejores puntuaciones en el
referido examen.
Por su parte las escuelas normales han sido
inscritas en un plan emergente para “mejorar la formación docente”; en
educación básica los docentes en servicio con bajo puntaje en la prueba han
sido convocados a una actualización en determinadas asignaturas.
En suma es preocupante que a partir de los resultados exámenes
estandarizados hagamos juicios evaluativos acabados, inquisitorios y donde sólo
se ve como responsable al maestro y a los alumnos ; y que a partir de ellos se
desarrollen acciones que generen ciertas concepciones educativas erróneas: el docente único responsable de los
resultados educativos, instituir una
cultura de preparación para exámenes de conocimientos, desconocer las diversas condiciones contextuales de la práctica
docente, legitimar a un examen
estandarizado como medio de evaluación de la calidad de la educación, etc
.
En suma, hoy se habla de instituir una
cultura de la evaluación, el trabajo docente se ha visto acosado por una serie
de exámenes que miden los resultados de la enseñanza, no la evalúan, ya que una
autentica evaluación no estaría dirigida solo a los alumnos, sino a los
diversos agentes del proceso educativo, a los procesos y prácticas escolares, a
la gestión educativa, al diseño de las políticas públicas como bien lo cita la
Alianza por la Calidad de la Educación: “Evaluación exhaustiva y periódica de
todos los actores del proceso educativo.: establecimiento de estándares de
desempeño.., por nivel de aprendizaje, gestión del centro escolar, docente, del
educando, de padres de familia y tutores, infraestructura y equipamiento
escolar, medios e insumos didácticos para el aprendizaje, habilidades y
competencias del estudiante por asignatura y grado.” (ACE. Evaluar para mejorar pág. 24”)
Un análisis que los medios y otros agentes han dejado fuera
es el impacto del contexto sociocultural y económico de los educandos e
instituciones educativas en los resultados educativos, factor que sin ser una
regla general nos indica que ante una desigualdad social, cultural y económica
de la población los resultados serán diversos.
Nuestra Organización sindical aceptó y se sumó a un
pronunciamiento de evaluación educativa, pero no reduccionista, ni sujetada a
pruebas estandarizadas. Sin embargo reconoce que los procesos de evaluación ha
iniciado: en el ingreso de los docentes al servicio y en la evaluación de los
aprendizajes de nuestros alumnos, pero advierte que hay camino por recorrer,
que estos procesos deben mejorar para así hablar de una autentica evaluación (En el concurso de plazas docentes 2011-2012
ya se usará el Portafolios docente, como elemento de evaluación de las
competencias docentes). Y que la evaluación sólo es un camino para la
mejora, requerimos de una Política Educativa de Estado que en forma integral
atienda la Mejora de la Calidad Educativa.
¡Y los exámenes
estandarizados!: (Enlace, Pisa, Excale…)
Se advierte que los exámenes estandarizados no son el
instrumento adecuado para una autentica evaluación, que si bien son rápidas de
aplicar y procesar poseen serias limitantes
¿Qué limitantes tienen los exámenes estandarizados?:
- Puntajes. El propósito principal de muchos de estas pruebas es clasificar a los estudiantes, maestros y colegios convirtiéndolos en muchos casos en ganadores o perdedores dependiendo del puntaje. “ [ los resultados de las pruebas] tiene serias implicaciones para los individuos y los sistemas educativos; estas pruebas pueden crear exitosos o perdedores en relación a que son aceptados o rechazados dependiendo del resultados de dicha prueba” (Shohamy, 2001, p. 374
- Homogeneidad. Estas pruebas se basan en conocimiento homogéneo, (Shohamy, 2001), asumiendo que todo el mundo tiene las mismas habilidades, las mismas condiciones para aprender o el mismo contacto con el conocimiento evaluado. Gardner (1993) en su libro las inteligencias múltiples expresa esta idea in términos que existe “ un enorme deseo de convertir la educación en algo uniforme, de tratar a todos los estudiantes de la misma manera, sin tener en cuenta sus habilidades individuales, y aplicar el mismo tipo de evaluación unidimensional.
- Contexto: Las pruebas estandarizadas son diseñadas para un grupo específico de personas y son después transferidas directamente a otro grupo, el cual es completamente diferente para el que la evaluación fue diseñada. Gradner (1993) dice que esto no debería hacerse porque es mucho más conveniente evaluar el conocimiento dentro del contexto en donde se está desarrollando. Cummins (2001) se une de alguna forma a esta perspectiva al decir que poner a los estudiantes a tomar estas pruebas que han sido diseñados para otra cultura es someterlos a condiciones injustas y de desigualdad y que los datos obtenidos de esta manera no tiene sentido alguno.
- Profesores. Los profesores enseñando para una prueba. Las pruebas estandarizadas tienden a reducir el currículo a lo que va a ser evaluado. Debido a que los maestros están presionados a obtener altos puntajes, generalmente gastan mucho tiempo de sus clases practicando lo que va a ser evaluado en la prueba, focalizándose más que todo en las habilidades básicas evaluadas. (Cummins, 2000)
- Estudiantes. Las pruebas estandarizadas enfocan su atención en lo que los estudiantes no saben o no pueden hacer. Esta idea está respaldada por Gardner (1993) al afirmar que las pruebas estandarizadas son frecuentemente usadas para resaltar las debilidades de los estudiantes y no sus fortalezas. (http://es.wikibooks.org/wiki/)
Por el impacto hasta ahora obtenido a
partir de la aplicación de estos exámenes, los profesionales de la educación tenemos
este reto urgente que atender y hacer de la evaluación un proceso completo
humanístico. Ya que: “La Evaluación contribuirá al mejoramiento
de la educación a través de la realización de evaluaciones integrales de la calidad
del sistema educativo y de los factores que la determinan, así como de la
difusión transparente y oportuna de sus resultados para apoyar la toma de
decisiones, la mejora pedagógica en las escuelas y la rendición de cuentas.”
Articulo publicado en la Revista Pedagogica "Nuestra Tarea" Seccion 15 SNTE Septiembre 2011